miércoles, 17 de diciembre de 2008
Anecdotario inservible III
miércoles, 26 de noviembre de 2008
miércoles, 5 de noviembre de 2008
YES, WE CAN
domingo, 2 de noviembre de 2008
Cuenta cuentos
d
Estos son mis versos y de quien los canta.
En ellos resuenan: el cielo, la tierra, la lengua del viento, y los cuatro rumbos del gran Universo.
Mañana, tal vez, yo estaré muerto,
quizá renacido en beyota
o pájaro,
pero estoy seguro seguirá mi canto,
en tanto tu boca
no olvide las trovas
que hoy suelto al v
aaaaaaaaaaai
aaaaaaaaaaaae
aaaaaaaaaaaaan
aaaaaaaaaaaaaaat
aaaaaaaaaaaaaaaao.
domingo, 19 de octubre de 2008
Anecdotario inservible III
martes, 30 de septiembre de 2008
Cuentos de bolsillo y suela de zapato
sábado, 27 de septiembre de 2008
martes, 9 de septiembre de 2008
Cosas nuestras
del instante esperado.
Allí quedaremos
como una estrella
dentro del vacío".
Lo mismo digo yo. Salimos caminando de un cuento de Adriano González León una fría noche caraqueña y nos perdimos el uno del otro en plena avenida Bolívar. Somos una de esas cosas sueltas y secretas que relata Adriano. Una maldita estrella dentro del vacío. Un pisapapeles que deja escapar las hojas. La palabra que siempre se pierde en el párrafo. O que siempre regresa.
O tal vez sí.
No, olvídalo. Mejor no.
domingo, 7 de septiembre de 2008
Pobreza: la guerra no declarada
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d
Anderson visitaba Caracas con motivo de la presentación de su obra Che Guevara: Una vida revolucionaria. Recuerdo que compré el libro ese mismo día y que antes de entrar a la conferencia me tomé un par de cervezas con mis compañeras de periodismo en el Ateneo.
d
Entonces entramos a la sala. Me sentía emocionada. Tenía al frente a uno de los grandes del periodismo. Casi podía olerlo. Quería que hablara por horas. Que me hiciera llorar con sus anécdotas. Que me dijera que sí, que ésta es un profesión malpagada y poco valorada, pero que vale la pena. Y así fue.
No me di cuenta ese día, pero uno no puede imaginarse la guerra, uno no puede pretender que los barrios son de tal o cual forma, o que las personas (no gente, PERSONAS) que viven en los barrios son de tal o cual forma. No. Uno tiene verlo, sentirlo, olerlo, escucharlo, tocarlo, vivirlo, llorarlo, sufrirlo. Sobre todo cuando la intención es contarlo. Sólo se puede escribir sobre la guerra estando en la guerra. No existe otra forma.
d
Y cuando uno está en la guerra, cuando uno la vive, cambia para siempre. El mundo ya no es el mismo, tampoco las personas que habitan en él. Todo cobra un nuevo significado, una nueva apariencia. Es como cuando uno estudia cine o artes audiovisuales: el ojo cambia, se vuelve detallista, está atento a todo. La guerra tiene el mismo efecto, pero en todos los ámbitos de la vida. En todos los días, todas las horas, todos los minutos, todos los segundos.
d
La pobreza es una guerra no declarada, una guerra ignorada. Siempre que haya personas muriendo de hambre, hay guerra. Cada vez que llueve y miles de venezolanos pierden sus casas, hay guerra. Cuando un niño no puede ir a la escuela porque no tiene dinero para comprar los útiles, hay guerra. Si hay desempleo, hay guerra.
d
En Venezuela hay guerra.
d
Lo digo porque tengo el cuerpo lleno de heridas.
d
d
Hay cicatrices de sobra en este país.
sábado, 30 de agosto de 2008
jueves, 21 de agosto de 2008
Cardiología
miércoles, 20 de agosto de 2008
martes, 19 de agosto de 2008
Anecdotario inservible II
lunes, 18 de agosto de 2008
domingo, 10 de agosto de 2008
Anecdotario inservible I
sábado, 2 de agosto de 2008
¿Cuál es el precio de un diamante?
miércoles, 30 de julio de 2008
Embryonic journey
—Un ticket para el fondo de la Tierra en asiento embrionario, por favor.
—Señorita… Ni usted es un embrión, ni existen tickets para el fondo de la Tierra.
—¿Ah, no?
—No.
—Hummmmm. ¿Y qué asientos quedan disponibles?
—¿Para dónde desea ir?
—No lo sé…
—Señorita, si usted no lo sabe no hay nada que pueda hacer por usted.
—¿Entonces para qué trabaja vendiendo tickets?
—¿Disculpe?
—Quiero ir a un lugar.
—¿A cuál lugar, señorita?
—Para… no lo sé. ¿Usted adónde quiere ir?
—Quisiera ir a la playa.
—¿Y se puede viajar al fondo?
—¿Al fondo de qué, señorita?
—De la playa.
—No, señorita.
—¿Y al fondo del mar?
—No, señorita.
—¿Y al fondo del cielo?
—Tampoco, señorita.
—Qué basura.
—¿Disculpe?
—¿Y adónde sí se puede viajar?
—Adonde usted quiera, señorita.
—Mentiroso.
—¿Cómo?
—No le creo nada. Hasta luego.
martes, 29 de julio de 2008
Efecto tesis
8:00am - Taza grande de café negro /Frente al computador.
9:00am - Ocho lonjas de jamón serrano /Frente al computador.
10:00am - Un puñito de maní salado /Frente al computador.
11:00am - Plato de Popcorn con leche descramada /Frente al computador.
12:00pm - Dos vasos grandes de CocaCola con mucho hielo /Frente al computador.
13:00pm - Plato grande de arroz con pollo /Mesa de la cocina.
14:00pm - Un albaricoque en almíbar /Frente al computador.
15:00pm - Taza grande de café negro /Frente al computador.
16:00pm - Vaso de CocaCola con hielo /Frente al computador.
17:00pm - Sandwich de jamón y queso /Frente al computador.
18:00pm - Coño, estoy full.
19:00pm - Mierda, me pasé, he tragado demasiado.
20:00pm - Plato de avena con azúcar y canela /Frente al computador.
21:00pm - Vaso de agua con hielo /Frente al computador.
22:00pm - Dolor de barriga.
23:00pm - Dolor de barriga y de cabeza.
24:00pm - Dolor de barriga, de cabeza y de piernas.
1:00am - Vaso de agua con hielo /Frente al computador.
2:00am-7:00am - Es imposible comer mientras se duerme.
lunes, 21 de julio de 2008
Playing Sur Le Fil
d.
Abandona el computador y abre el clóset. Hace un hueco entre los vestidos, se coloca entre ellos y cierra el clóset. Shhh… Ella está pensando muy bajito que quiere que él la encuentre. "Tienes que saber que estoy aquí. Sí, lo sabes. Yo sé que lo sabes", piensa. Dice que si él no la encuentra será el fin. El fin de todo. El fin. Dice que tiene miedo. No, perdón, que está oscuro allí adentro y que tiene miedo. Y que si por casualidad le cae una cucaracha en la cabeza antes de que él la encuentre también será el fin. Así que apúrate, mira que los clóset están llenos de sorpresas. Por ejemplo: ella. Play. Y los documentos en blanco. Play. Y todas las cosas que no se dicen. Play. Play. Play.
HOTEL CHEVALIER
—Whatever happens I don’t want to lose you as my friend.
—I promise I will never be your friend. Don’t matter what. Ever.
d.
Para ver Hotel Chavelier de Wes Anderson haz click aquí.
martes, 15 de julio de 2008
¡UFFFFFFFFFFFFFFFFF!
1) A C-é-s-a-r, porque el mismo día que lo conocí fuimos juntos a un toque de Los Paranoias y porque gracias a él llegué a este video. De hecho, lo vi en su blog.
2) A Alieska. Esta canción es tan hermosa y me hace tan feliz que decidí dedicármela a mí. Me hace sentir bonita.
3) A ti, porque no te vas a aguantar las ganas de dedicarme (¿y cantarme?) esta canción...
4) A Fredd, porque él va a lograr el mundo cambiar y porque (estoy demasiado segura) es la persona que más disfrutaría verme saltar como la chica por toda Caracas.
5) A las charolastras, porque quiero cantar y bailar con ellas esta canción.
Algo from guayoyo motion graphics on Vimeo.
Tema: Algo
Grupo: Los Paranoias
domingo, 13 de julio de 2008
Periodismo + Amor + Literatura
"Nadie es una isla; completo en sí mismo; cada hombre es un pedazo del continente, una parte de la tierra; si el mar se lleva una porción de tierra, toda Europa queda disminuida, al igual que si fuera un promontorio, o la casa de uno de tus amigos, o la tuya propia; la muerte de cualquier hombre me disminuye, porque estoy ligado a la humanidad; y, por consiguiente, nunca hagas preguntar por quién doblan las campanas; doblan por ti".
d.
sábado, 12 de julio de 2008
El matón de Portuguesa
Por Jacinto Espejo
d
Cuando huyó de Portuguesa
no era en serie ese matón
le dieron arroz con lumpias
y ahora es alma de latón.
d
Corriendo estaba en Guanare
ni mafioso ni ladrón
pero le cayó un aplique
por una desilusión.
d
Una jeva lo plantó
en el pasaje Asunción
por un pana que por feo
le decían el dientón.
d
Se sentó donde los chinos
y vualá transformación
al pana dientes de hacha
le vació su pistolón.
d
Este poema está basado en una historia real. El personaje en cuestión vive actualmente en Antímano y trabaja en un restaurante caraqueño. Para seguir leyendo a Jacinto Espejo visite el blog: Primeras impresiones
viernes, 4 de julio de 2008
martes, 1 de julio de 2008
Tan solo una pelusa
Una blanca pelusa.
De esas que salen volando cuando alguien sopla una flor-pelusa para pedir un deseo.
Quiero ser un deseo.
Una blanca-pelusa-deseo que vuele.
Que vuele y se vaya lejos.
Muy lejos.
O cerca.
Muy cerca.
Hasta donde estés tú.
Epístola para un gato que se fue
d.
Eres un tonto. Te dije que si te montabas en esa ventana te ibas a caer. Te lo dije mil veces. Te conté que te quería. Te expliqué que si te morías, me iba a poner triste como un alga marina. Y ya ves. Parezco un muelle desolado. Llego todos los días, todas las tardes, todas las noches y no estás. Te busco por el balcón y no te veo. Me asomo por debajo de la cama y no se encienden tus ojos. Levanto el tapete del sofá y nada. No estás por ninguna parte. Te fuiste para siempre. Te fuiste y me dejaste sola. Y triste. Y fea. Peor que una lata oxidada. Peor que el cadáver de un pez en la arena. Te fuiste y te extraño.
d.
Te extraño tanto.
domingo, 29 de junio de 2008
viernes, 20 de junio de 2008
La (cuasi) graduada
Pero ayer la cosa fue diferente. Ayer me despanzurré en pijama a verla de nuevo y me sentí Benjamin Braddock. Con toda la vida por delante y sin saber qué hacer con ella. Con la cabeza llena de ideas desordenadas. Llena de miedo. De incertidumbre. “Hello darkness my old friend”, me dije.
Estoy sentada en el último asiento de un autobús con el cuello doblado hacia la ventanilla. Estoy viendo el camino que dejo atrás, un montón de calles que conozco, llenas de recuerdos. No sé hacia dónde me lleva el autobús. Cuando miro hacia el conductor, sólo veo un gran plano general completamente negro. Tiene que ser un fade in hacia algo demasiado arrecho. O eso espero.
domingo, 15 de junio de 2008
Lo siento
Ni lo que conozco, ni lo que no conozco.
No me interesa tu pelo, el color de tus ojos, tu voz.
Tampoco la forma en que caminas o tu equipo de fútbol favorito.
Nada me interesa.
En absoluto.
No me importa si prefieres el lado derecho o izquierdo de la cama, si tomas café o té en las mañanas, si usas calzoncillos o boxers.
Nada en ti me fascina, nada en ti me atrae.
No me interesas en lo más mínimo.
No me importas.
Lo siento.
Trastiempo para Montejo
d.
El pan dormido
d.
Por Juan Villoro
d.
Montejo prefería trabajar en el silencio de la noche, cuando sólo algún pájaro despistado conservaba su jornada de trabajo. No es casual que dedicara poemas al ánimo tembloroso de una vela, a los asombros de una noche natal, a los trenes nocturnos, a la soledad de la "noche en la noche", cuando los amigos se van por cigarros o cervezas y prometen volver pero no lo hacen.
Gracias a que fechaba sus dedicatorias, puedo rastrear la primera y la última vez que nos vimos. Conocí a Eugenio Montejo el 18 de agosto de 1987. Era un hombre discreto, que prefería hablar en voz baja, de educación siempre presente y nunca artificial. Como el otro poeta mayor de Venezuela, Rafael Cadenas, no derrochaba palabras en la conversación; reservaba la lumbre para sus versos. En el país del vociferante Hugo Chávez, la mesura del poeta Montejo era un imprescindible valor ético.
La poesía cruza la tierra sola,
sábado, 7 de junio de 2008
Examen de sangre
d
Persigo la imagen que hice de mí
y siempre estoy en deuda conmigo mismo.
d.
jueves, 5 de junio de 2008
Blablabla
(((.)))
hasta llegar al ombligo de tu oreja,
y recitarte un poquito de cosquillas,
y regalarte una sábana de almejas,
darte un beso de desayuno,
pa' irnos volando hasta neptuno,
si hace frio te caliento con una sopa de amapola,
y con un fricase de acerola.
martes, 3 de junio de 2008
Declaración de amor
d.
sábado, 31 de mayo de 2008
Collage de Pizarnik
déjate enlazar de fuego, de silencio ingenuo,
de piedras verdes en la casa de la noche,
déjate caer y doler, mi vida.
***
Ese instante que no se olvida
Tan vacío devuelto por las sombras
Tan vacío rechazado por los relojes
***
La noche de los dos se dispersó con la niebla. Es la estación de los alimentos fríos.
***
Caer como un animal herido en el lugar que iba a ser de revelaciones.
***
Como quien no quiere la cosa. Ninguna cosa. Boca cosida. Párpados cosidos. Me olvidé. Adentro el viento. Todo cerrado y el viento adentro.
***
y qué es lo que vas a decir
voy a decir solamente algo
y qué es lo que vas a hacer
voy a ocultarme en el lenguaje
y por qué
tengo miedo
***
sólo la sed
el silencio
ningún encuentro
cuídate de mí, amor mío
cuídate de la silenciosa en el desierto
de la viajera con el vaso vacío
y de la sombra de su sombra
***
ella se desnuda en el paraíso
de su memoria
ella desconoce el feroz destino
de sus visiones
ella tiene miedo de no saber nombrar
lo que no existe
***
dice que no sabe del miedo de la muerte del amor
dice que tiene miedo de la muerte del amor
dice que el amor es muerte es miedo
dice que la muerte es miedo es amor
dice que no sabe
***
alguna vez
alguna vez tal vez
me iré sin quedarme
me iré como quien se va
***
más allá de cualquier zona prohibida
hay un espejo para nuestra triste transparencia
***
Si te atreves a sorprender
la verdad de esta vieja pared;
y sus fisuras, desgarraduras,
formando rostros, esfinges,
manos, clepsidras,
seguramente vendrá
una presencia para tu sed,
probablemente partirá
esta ausencia que te bebe
***
¿Cómo no me suicido frente a un espejo
y desaparezco para reaparecer en el mar
donde un gran barco me esperaría
con las luces encendidas?
d.
¿Cómo no me extraigo las venas
y hago con ellas una escala
para huir al otro lado de la noche?
***
un lugar
no digo un espacio
hablo de
qué
b
hablo de lo que no es
hablo de lo que conozco
b
no el tiempo
sólo todos los instantes
d
no el amor
no
sí
no
d
un lugar de ausencia
un hilo de miserable unión
***
Partir
en cuerpo y alma
partir
d
Partir
deshacerse de las miradas
piedras opresoras
que duermen en la garganta
d
He de partir
no más inercia bajo el sol
no más sangre anonadada
no más fila para morir
d
He de partir
jueves, 29 de mayo de 2008
La calle estaba desolada
d.
La calle estaba desolada y en la esquina se encendieron los bombillos de colores. La puta sin dientes bajó al portal del motel y empinó la primera cerveza. Si no fuera por los moretones que manchan sus piernas podría decirse que parece casi feliz. Tiene la cara sucia y las tetas caídas. Lo que más le gusta de ella es su cerveza. Su primer trago de cerveza. Los demás le saben a mierda, no los disfruta. Lo mismo le pasa con el sexo: sólo disfruta el primer orgasmo del día: cuando a las 7:00am le entrega su cuerpo al vigilante calvo del Banco de Venezuela a cambio de un “Nos vemos mañana”. Le gusta verlo volver cada día, dice que eso le hace creer que él la ama.
d.
La calle estaba desolada y en el viejo edificio de El Nacional sólo quedaban las ratas. Olía a rotativa, a suela de zapato, a café con cigarro. Las noticias ya no entran ni salen por esa puerta. Los recuerdos son los nuevos reyes de esta cuadra. Cada vez que te ven te sacan la lengua y se ríen entre ellos como unos malditos. Aunque tienen razón, la nueva sede no tiene duende. Tampoco el periódico.
La calle estaba desolada entre Puente Nuevo y Puerto Escondido. Ha muerto un pedazo de historia, una forma de hacer y vivir periodismo, un sueño, un país.
martes, 20 de mayo de 2008
FE DE ERRATAS
jueves, 15 de mayo de 2008
Hasta la victoria
viernes, 9 de mayo de 2008
Me sobran los motivos
Este nunca no esconde un ojalá.
Estas cenizas no juegan con fuego.
Este ciego no mira para atrás.
Este notario firma lo que escribo.
Esta letra no la protestaré.
Ahórrate el acuse de recibo.
Estas vísperas son las de después.
A este ruido tan huérfano de padre
no voy a permitirle que taladre
un corazón podrido de latir.
Este pez ya no muere por tu boca.
Este loco se va con otra loca.
Estos ojos no lloran más por ti.
—Joaquín Sabina, poema previo a la versión en concierto de Nos sobran los motivos.
martes, 6 de mayo de 2008
Al fin, Dios mío, al fin
viernes, 25 de abril de 2008
Crónica del Salón del libro
d.
—Este café está malísimo, ¿verdad, Ilo?
—Sí, profe, malísimo.
d.
A continuación, la crónica que él mismo escribió sobre aquel día.
La tuve que leer en Buenos Aires porque en Caracas, en el Salón del Libro, ella no existe. Tampoco existe Gay Talese, a quien he estado buscando en Venezuela inútilmente. En el Salón del Libro sí estaban las biografías coordinadas por Simón Alberto Consalvi de El Nacional y los best sellers del brasileño que se las sabe todas y una más; los volúmenes de la Fundación Rómulo Betancourt y los de Alfaguara/Santillana, editorial que ha hecho el mayor esfuerzo de mercadeo en los últimos tiempos. En la feria o salón hubo un lugar para que los niños jugaran y algunos stands rebosantes de libros desechables. A Truman Capote había que descubrirlo con un microscopio. Creo que todo estaba vestido de gris, es la tapicería típica del edificio de la Metropolitana. El gris y algunos trechos medio vacíos en los pasillos se instalaron en mi ánimo y compré cero libros. Me senté contigo, Ilovaca, y con tus pies desnudos despanzurraste la tarde sentada en una escalera; la licuaste con la única palidez posible: la de Procol Harum. ¿Y te acuerdas de qué hablamos? Hablamos de Guasdualito. Hablamos de Yuli Belandria y de su padre, Ruco, que entregó su vida a cambio de la libertad de ella. No recordamos sus nombres en ese momento.
“Ya no hay más exterioridad”, dice Wolton. Cierto. La familia Belandria estuvo entre aquellos tabiques grises, allí dentro, más viva que los libros de Paulo Coelho o como se apellide el listillo brasileño. Y me contaste lo más espantoso que viste en aquel infierno. Van 34 secuestros en el Zulia en lo que va de año. ¿Cuántos van en el Alto Apure?
d.
martes, 22 de abril de 2008
viernes, 18 de abril de 2008
Sinónimos II
guapas
majas
relindas
geniales
plus ultra
her-mo-sas
habladoras
compinches
cómplices
sex and the city
las siempre chic
espectaculares
fantabulosas
requetebellas
ángeles de Freddy
coquetas siempre
cool
atrevidas
tangueras
venezolanas
bohemias
pero a la moda
la jolie
la princesa estrella
la rainbowbright
la D
las charolastras
mis amigas
las charolastras
miércoles, 16 de abril de 2008
Sinónimos I
vomítate encima
babéate la cara
cósete la boca
húndete los ojos
pínchate el cachete
pégate en el codo
pierde las llaves
cáete de la cama
ráspate una nalga
vete a la mierda
martes, 15 de abril de 2008
Por quién doblan las campanas
—John Donne,
Devotions Upon Emergent Occasions.
viernes, 11 de abril de 2008
Cien metros de ventaja
lunes, 7 de abril de 2008
The Arlenes - Stuck on love
lunes, 31 de marzo de 2008
Fuente de soda con lágrimas
d.
Transito Caracas con la frente arrugada.
A la espera de una sospecha,
de un signo delator.
d.
Me pierdo entre el ruido,
el olor a basura,
a cloaca,
a asfalto encendido.
d.
En las esquinas me como las uñas,
miro hacia el cielo
y me lanzo al vacío.
d.
Toda Caracas está llena de ti.
Basta con que el semáforo
cambie a rojo
a verde
a amarillo
para que,
de alguna manera impredecible,
llegues a mí.
d.
Siento que camino por una ciudad irreal,
por un ficticio valle de concreto arrogante y pesado.
d.
Entonces deduzco que somos un invento.
Tú y yo.
Una simulación de algo hermoso que,
como Caracas,
no existe.
d.
miércoles, 26 de marzo de 2008
LOOK BOTH WAYS
Si alguna vez hago una película, quiero que sea como ésta. Es de otro mundo... Y el soundtrack es increíble. Véanla, por favor. Les dejo el link de la página:
http://www.lookbothways.com.au/
lunes, 24 de marzo de 2008
viernes, 21 de marzo de 2008
Y yo qué sé
miércoles, 12 de marzo de 2008
Primer aniversario de Marcapasos
La tierra giró para acercarnos
d.
La tierra giró para acercarnos
d.
La tierra giró para acercarnos.
La tierra giró para acercarnos,
giró sobre sí misma y en nosotros,
hasta juntarnos por fin en este sueño
como fue escrito en el Simposio
d.
Pasaron noches, nieves y solsticios;
pasó el tiempo en minutos y milenios.
Una carreta que iba para Nínive
llegó a Nebraska.
d.
Un gallo cantó lejos del mundo,
en la previda a menos mil de nuestros padres.
d.
La tierra giró musicalmente
llevándonos a bordo;
no cesó de girar un solo instante,
como si tanto amor, tanto milagro
sólo fuera un adagio hace mucho ya escrito
entre las partituras del Simposio.
d.
—Eugenio Montejo, poeta.
d.
NOTA DEMASIADO IMPORTANTE: Este es el poema que lee Sean Penn en la película 21 gramos, de Alejandro González Inárritu. No hace falta decir nada más.
sábado, 8 de marzo de 2008
Arrugaste, Uribe
a.
¿Es mentira que Chávez tiene relaciones con las FARC o es que, ahora que la “crisis se superó”, le conviene que Chávez tenga esas relaciones con las FARC, presidente Uribe? ¿De qué lado está? Del de la conveniencia, aparentemente. No del de la justicia. Si usted tiene las pruebas de que Chávez ha recibido dinero y ha dado dinero a las FARC (porque eso fue lo que usted dijo), ¿por qué no las muestra? ¿Por qué se queda callado después de tanta alharaca? Ha perdido mi credibilidad, presidente Uribe. Las pruebas no son un juguete que uno puede mostrar cuando le conviene. La justicia y la verdad no se negocian.
a.
Santo Domingo, al contrario de lo que señaló el presidente de Honduras, Manuel Zelaya, no se convirtió ayer en la capital de la paz. Se convirtió en el circo de la sinvergüenzura, de las conveniencias y de los bozales de arepa. Así será lo que te habrá susurrado al oído Chávez, presidente Uribe. Así será.
Nota: no dejen de leer hoy la noticia que acompaña a esta foto en El Nacional
viernes, 7 de marzo de 2008
Teína
Ella llevaba el amor en bolsistas de té. Iba al mercado y lo primero que compraba eran las benditas bolsitas. Pasaba horas admirando las cajas, sus empaques. Cuando el encargado pasaba por el pasillo se empezaba a rascar la cabeza y se hacía la loca. Y entonces, cuando se quedaba sola otra vez, abría las bolsas a escondidas para apreciar su olor. Escogía los más sensuales aromas y pagaba en efectivo. Llegaba a su casa, ponía el agua hervir, tomaba su taza, colocaba la bolsita en el fondo, le lanzaba un beso y vertía el agua. Era una cosa de apenas diez minutos y una buena conversación. De esas que uno recuerda a lo lejos, en la distancia. Esas que uno se aprende de memoria como una canción. Que se vuelven parte de uno, poco a poco.
d.
Pero un día, sin saber cómo ni por qué, la bolsita (su amor entero, enterito) que llevaba en su cartera se rompió. El té se le regó por todo el monedero. Se le metió en los cuadernos, en la agenda, en el estuche de maquillaje, en la blusa que llevaba puesta, en el sostén. Le cayó en los zapatos, en el pelo. Le entró por la nariz, por los ojos, por las orejas, por la boca. Se le quedó pegado en la piel. Y desde ese día, desde ese triste día, se dio cuenta de que estaba sola. Completamente sola. Ella y sus bolsitas de té. Y todo ese poco de recuerdos que no se le caen. Que no se le limpian. Y que no se le ensucian.
¡Uuuuuuupa, Sanalejo!
A mí me gusta hacerte el amor no me interesa que se pierda tu inocencia fugaz... Jajajaja, ¡me encanta esta canción!
Enjoy.
lunes, 3 de marzo de 2008
Para variar
under the sea
in a octopus' garden
with you.
We would be so happy
you and me.
No one there
to tell us what to do.
I'd like to be
under the sea
in a octopus' garden
with you.
Confieso que he robado
h.
lunes, 25 de febrero de 2008
Entrevista imaginaria a un gran hombre
Caída libre en claroscuro
Cambió las tablas por los negativos cuando, mientras saboreaba una cotufa, entendió que sólo necesitaba una cámara para hacer eterno lo efímero. Desde entonces, la fotografía y la rumba continuada en Sabana Grande son sus oficios favoritos
Tal vez está nervioso por la exposición, por ese tercer lugar en el XII Premio de Fotografía Luis Felipe Toro que le otorgó hace pocos días el Conac (Consejo Nacional de la Cultura). Sus fotos en cuestión están expuestas en el museo para deleite de todo público. Y Acevedo odia los públicos: “No me gustan las multitudes, los lugares con mucha gente”. Por eso está afuera con la mirada perdida en el confín del mundo. Como si hubiera salido de una de sus fotos. Tratando de ver lo que está del otro lado. De sobrevivir a la muerte.
d.
—¿Qué lo acercó a la fotografía?
—Todo comenzó una mañana en el Parque del Este. Yo era muy niño. Estaba comiendo unas cotufas mientras posaba para una foto que me tomaba mi hermana. Recuerdo que quise congelarme para siempre en el momento en que mordía la cotufa. Desde ese día tuve el presentimiento de que iba a terminar vinculado a la fotografía. Aún conservo las fotos de aquel episodio.
—Así que la culpa es de las cotufas.
—De las cotufas y de la niña de Lewis Carroll. Movido por ese presentimiento de niño, ingresé al curso de fotografía que dictaban en la Casa Municipal de San Bernardino cuando tenía 20 años. Por ese entonces también me atraía el teatro y ensayaba para una adaptación de Alicia en el país de las maravillas. Me involucré en la vida de los personajes y, como un hecho fantástico, me topé con el libro de fotografía Niñas de Lewis Carroll. En él se encontraba la foto de la niña que había inspirado el relato. El encuentro con aquellas imágenes selló definitivamente mi pasión por la fotografía y el claroscuro. Abandoné los ensayos y me dediqué por completo a mi vaina de ser fotógrafo.
—¿Hay algo de esas niñas en las fotografías de la exposición?
—Claro, ellas están en todas mis fotos. El trabajo que presento en esta muestra es un reportaje realizado junto al periodista Gonzalo Jiménez en la aldea de los indígenas Barí de la Sierra de Perijá (Zulia), en los márgenes fronterizos del Río de Oro de la línea divisoria con Colombia. La expedición fue intrincada y hubo que navegar por más de seis horas a través del espeso y húmedo paisaje de la zona. Finalmente llegamos al poblado de Bokshí, escenario de la confrontación entre indios y representantes de la industria petrolera. En su lucha, los Barí asumen la defensa no sólo de un ecosistema amenazado por la exploraciones petroleras, sino que su combate constituye el testimonio de una tradición, una cultura y un pueblo que niega la muerte, olvidados en el confín del mundo. Las niñas de Caroll, como todos los niños del mundo, se niegan a la muerte. La fotografía también. Y yo con ella.
El galán temerario
Acevedo sabe que la muerte es ineludible: “La Pelona no pela a nadie”. Por eso le gusta tentarla, coquetearle, susurrarle al oído. Por eso se toma la vida con soda, con cerveza, con güisqui, con drogas, con lo que sea, con todo. “No hay que preocuparse por pendejadas. Se pierde el tiempo y se hace el tonto”. También sabe que es un galán. Lo sabe tan bien como lo saben ellas, esa larga fila de mujeres que suspiran cuando lo ven pasar tan seguro de sí mismo por el bulevar de Sabana Grande. Todas desean ser atrapadas por su flash, pasar a la historia en el clic metálico de su cámara. Incluso las famosas.
—¿Es cierto que tuvo un idilio con Lucelia Santos, la protagonista de la novela brasilera La esclava Isaura?
—Eso dice Ewald Sharfenberg.
—¿Y usted qué dice?
—Yo digo que es un atraco de mujer. Y que me la pasé de crema paraíso con ella los tres días que estuvo acá. La conocí en un café de la Castellana mientras la fotografiaba para la entrevista que le estaba realizando Ewald Sharfenberg para Feriado. Luego de aquella sesión nos vimos diariamente hasta que ella regresó a Brasil.
—¿Quiénes son Tiracoñazos Jackson y Pipirihuevo Macoy?
—Son los tipos más arrechos de Caracas. Un par de perros callejeros que se la dan de la gran cosota, los “papaúpa” del asunto. Se creen los detectives del bulevar de Sabana Grande. Nadie es más arrecho que Tiracoñazos Jackson y Pipirihuevo Macoy. Nadie.
—¿Ambrosio Plaza y Cortijo y su combo son sus compinches?
—No, más bien son sus enemigos. Míos también. El hambre y la pelazón no son compinches de nadie.
—Sí, claro. Al principio fui amigo de Montaner, como todos. Pero ahora me la paso con El hermano Cocó. “Ya viene El hermano Cocó, Cocó nos despoja del mal”.
—¿El hermano Cocó lo despoja del mal?
—Me acerca al otro lado, a eso que busco en cada una de mis fotos. Porque la realidad no es sólo la realidad, no es sólo lo que se ve. Siempre hay algo más, algo que permanece oculto. La fotografía me acerca a ese algo, me permite tocarlo en un clic. Cocó también.
—¿Lo acerca al claroscuro?
—Exacto. A esa letal combinación de sombra y luz. Las cosas se ven mejor en blanco y negro. Lo oscuro se hace más oscuro. La luz brilla más. Me encanta eso.
—¿Cómo busca el claroscuro en sus fotos?
—Es un instinto, un instante fantástico. Es apretar el botón en el momento decisivo, como decía Henri Cartier Bresson. De un rollo uno toma generalmente dos o tres fotos y en esa convergencia es donde atrapas el instante: el encuadre perfecto. Puede ser un gesto, puede ser un movimiento.
d.
—Las dos cosas. A veces le pides a la gente que participe, a veces la misma persona te da lo que tú andas buscando sin pedírselo. Y a veces te asomas ahí y descubres la imagen.
—¿Esa cicatriz se la hizo asomándose para ver la imagen?
—Pues sí. Yo estaba trabajando haciendo unas tomas para una película de Diego Risquez, ahora no recuerdo el nombre. Ni siquiera recuerdo si era una película. El caso es que yo estaba al borde de un barranco con el ojo pegado a la cámara cuando me tropecé y rodé monte abajo. Las ramas de los árboles amortiguaron mi caída, pero también me atravesaron como a San Sebastián. Quedé inconsciente. La cicatriz es prueba de ello. Lo único malo es que la condenada es tremenda sapa. Cuando pego el ojo como Dios manda casi no se ve. Es como si se escondiera detrás de mi ojo. En cambio, cuando me paso de juerga, se hace pronunciada. Es una cicatriz delatora.
—¿No le da miedo volverse a caer?
—Creo que no. El miedo no te deja vivir, te encadena. Uno tiene que hacer las cosas que quiere, que disfruta, que le gustan. Y hacerlas, como todo en la vida, tiene un precio. Mi pasión es la fotografía, no voy a renunciar a ella por miedo. Si me tengo que volver a caer, me caeré.
—¿Y si esa vez no logra levantarse?
—Si eso ocurre, estaré muerto. Así que no tengo de qué preocuparme.
Sobredosis
Pero está tan sabroso...
Aunque hoy descubrí que la mejor taza es la primera que se sirve. Si se deja reposando el café en la cafetera se pone denso.
Coño, como que tengo taquicardia.
Nojoda, antes me podía tomar diez tazas seguidas y no me pasaba esta vaina.
¿Por qué coño tendré taquicardia? Mierda.
Ja, ja, ja el humito ese que uno ve salir de las tazas en las comiquitas es igualito en la vida real.
Es increíble, puedo oír mi corazón sin agachar la cabeza.
¿Será que tengo que ir al médico?
No me quiero morir de una taquicardia, esta vaina es horrible.
domingo, 17 de febrero de 2008
Mi tango preferido
Para vos, Topacio.
Por las glorias que vendrán.
Y porque para volver, primero hay que partir.
jueves, 14 de febrero de 2008
De la A a la Z
Pero no por segunda vez. Sino por primera y segunda y tercera y cuarta y quinta.
Por todas las veces.
Sí, quiero besarte por todas las veces.
Por la forma en que fumas así como si toda las artes del mundo estuvieran concentradas en ese único cigarro.
Por como caminas.
Por tus fotos. Mentira: para que me tomes a mí todas tus fotos.
Porque te sabes mi nombre: Débora.
Porque sí.
Quiero besarte porque sí.