lunes, 31 de marzo de 2008

Fuente de soda con lágrimas

—A mamá.

d.
Transito Caracas con la frente arrugada.
A la espera de una sospecha,
de un signo delator.
d.
Me pierdo entre el ruido,
el olor a basura,
a cloaca,
a asfalto encendido.
d.
En las esquinas me como las uñas,
miro hacia el cielo
y me lanzo al vacío.
d.
Toda Caracas está llena de ti.

Basta con que el semáforo
cambie a rojo
a verde
a amarillo
para que,
de alguna manera impredecible,
llegues a mí.
d.
Siento que camino por una ciudad irreal,
por un ficticio valle de concreto arrogante y pesado.
d.
Entonces deduzco que somos un invento.
Tú y yo.
Una simulación de algo hermoso que,
como Caracas,
no existe.
d.

miércoles, 26 de marzo de 2008

LOOK BOTH WAYS



Si alguna vez hago una película, quiero que sea como ésta. Es de otro mundo... Y el soundtrack es increíble. Véanla, por favor. Les dejo el link de la página:

http://www.lookbothways.com.au/

lunes, 24 de marzo de 2008

Así es el maní

—A Stephen King.
s.
"Hay que matar a los seres queridos".
—Ernest Hemingway.

viernes, 21 de marzo de 2008

Y yo qué sé

—Jajajajajaja. Con la panza repleta de tostones caseros y Hit de naranja. Bendito sea el día en que inventaron toda esa gama de gaseosas que sacan celulitis y disparan los niveles de azúcar en la sangre. Sólo quiero echarme en la cama a ver o leer Mujercitas y convencer a Jo de que se quede con Teddy. Coño, en realidad el filósofo alemán va más con ella, pero Teddy es hermoso. Y le deja manzanas en el buzón de correo. Yo soy Jo (ella también adora a Dickens y quiere ser escritora). Y amo a Teddy. Y no quiero ser una princesa ni nada parecido. Es un alivio saberlo. Así que todos los príncipes que están en cola, lárguense. Que yo me quedo con Teddy y sus manzanas en el correo. O con el paraguas del filósofo. Y los tostones caseros y el Hit de naranja.

miércoles, 12 de marzo de 2008

Primer aniversario de Marcapasos

La revista Marcapasos celebra su primer año. Periodismo de carne y hueso. Hecho como debe ser. No dejen de adquirir este número, leer los anteriores y compran los que seguirán.
d.
Esta edición aniversaria circula a partir del 25 de marzo.

La tierra giró para acercarnos

—Para Candy, por su desfachatez, su locura, su desbordante generosidad. También por el poema, por este poema.
d.
La tierra giró para acercarnos
d.
La tierra giró para acercarnos.
La tierra giró para acercarnos,
giró sobre sí misma y en nosotros,
hasta juntarnos por fin en este sueño
como fue escrito en el Simposio
d.
Pasaron noches, nieves y solsticios;
pasó el tiempo en minutos y milenios.
Una carreta que iba para Nínive
llegó a Nebraska.
d.
Un gallo cantó lejos del mundo,
en la previda a menos mil de nuestros padres.
d.
La tierra giró musicalmente
llevándonos a bordo;
no cesó de girar un solo instante,
como si tanto amor, tanto milagro
sólo fuera un adagio hace mucho ya escrito
entre las partituras del Simposio.
d.
—Eugenio Montejo, poeta.
d.
NOTA DEMASIADO IMPORTANTE: Este es el poema que lee Sean Penn en la película 21 gramos, de Alejandro González Inárritu. No hace falta decir nada más.
Tu nombre en mis labios y un beso que nunca se apartó de tu boca.

—Extraído de los apuntes de un cuaderno de informática, no recuerdo si es de mi autoría o sacado de algún diván mágico. Capaz sí, capaz no.
Fecha: 11 de marzo de 2005.

sábado, 8 de marzo de 2008

Arrugaste, Uribe

a.
La XX Cumbre del Grupo de Río finalizó ayer con las manos sucias. Se “superó la crisis en la región andina”, cierto. Lo que hizo Colombia, aun cuando sus motivos hayan sido la búsqueda de la paz en Colombia (y esto hay que pensarlo dos veces), estuvo mal. Y Uribe, como lo hizo, tenía que disculparse. Lo que estuvo mal es que, inmediatamente luego de eso, retirara la demanda a Chávez en la Corte Penal Internacional.
a.
¿Es mentira que Chávez tiene relaciones con las FARC o es que, ahora que la “crisis se superó”, le conviene que Chávez tenga esas relaciones con las FARC, presidente Uribe? ¿De qué lado está? Del de la conveniencia, aparentemente. No del de la justicia. Si usted tiene las pruebas de que Chávez ha recibido dinero y ha dado dinero a las FARC (porque eso fue lo que usted dijo), ¿por qué no las muestra? ¿Por qué se queda callado después de tanta alharaca? Ha perdido mi credibilidad, presidente Uribe. Las pruebas no son un juguete que uno puede mostrar cuando le conviene. La justicia y la verdad no se negocian.
a.
Santo Domingo, al contrario de lo que señaló el presidente de Honduras, Manuel Zelaya, no se convirtió ayer en la capital de la paz. Se convirtió en el circo de la sinvergüenzura, de las conveniencias y de los bozales de arepa. Así será lo que te habrá susurrado al oído Chávez, presidente Uribe. Así será.
a.
Nota: no dejen de leer hoy la noticia que acompaña a esta foto en El Nacional

viernes, 7 de marzo de 2008

Teína

Ella llevaba el amor en bolsistas de té. Iba al mercado y lo primero que compraba eran las benditas bolsitas. Pasaba horas admirando las cajas, sus empaques. Cuando el encargado pasaba por el pasillo se empezaba a rascar la cabeza y se hacía la loca. Y entonces, cuando se quedaba sola otra vez, abría las bolsas a escondidas para apreciar su olor. Escogía los más sensuales aromas y pagaba en efectivo. Llegaba a su casa, ponía el agua hervir, tomaba su taza, colocaba la bolsita en el fondo, le lanzaba un beso y vertía el agua. Era una cosa de apenas diez minutos y una buena conversación. De esas que uno recuerda a lo lejos, en la distancia. Esas que uno se aprende de memoria como una canción. Que se vuelven parte de uno, poco a poco.

d.
Pero un día, sin saber cómo ni por qué, la bolsita (su amor entero, enterito) que llevaba en su cartera se rompió. El té se le regó por todo el monedero. Se le metió en los cuadernos, en la agenda, en el estuche de maquillaje, en la blusa que llevaba puesta, en el sostén. Le cayó en los zapatos, en el pelo. Le entró por la nariz, por los ojos, por las orejas, por la boca. Se le quedó pegado en la piel. Y desde ese día, desde ese triste día, se dio cuenta de que estaba sola. Completamente sola. Ella y sus bolsitas de té. Y todo ese poco de recuerdos que no se le caen. Que no se le limpian. Y que no se le ensucian.

¡Uuuuuuupa, Sanalejo!



A mí me gusta hacerte el amor no me interesa que se pierda tu inocencia fugaz... Jajajaja, ¡me encanta esta canción!
Enjoy.

lunes, 3 de marzo de 2008

Para variar

—A César Miguel Rondón.
I'd like to be
under the sea
in a octopus' garden
with you.

We would be so happy
you and me.
No one there
to tell us what to do.

I'd like to be
under the sea
in a octopus' garden
with you.


—The Beatles.

Confieso que he robado

Título original de Aline Dos Reis.
h.
—Al Pequeño Pony, por todas sus palabras. También por su amor al Gabo.
f.
Los que me conocen bien (tanto que no me juzgan), saben que el robo es uno de mis vicios. Nunca he robado nada importante, simplemente caramelos, barras de granola, postales y cosas por el estilo. Lo confieso y no me arrepiento. Pues, por lo general, aquellos a quienes he robado también han hecho lo propio conmigo. Así que estamos a mano.
f.
El viernes pasado cometí mi último acto delictivo. El culpable número uno fue el azar. Me encontraba en la Librería del Sur del Teresa Carreño, donde solía quedar antes Monteávila. Fui allí en busca de Borges y, luego de una hora de recorrido, decidí llevarme también Fantomas de Cortázar y Confieso que he vivido de Neruda. Cuando fui a pagar, los supuestos precios populares eran muy altos y, con mucho pesar, le dije al señor de la caja que eliminara de la suma a Neruda. Él hizo y yo pagué bastante menos. Me entregó mi bolsa y, justo antes de que abandonara el lugar, ocurrió el milagro: el hombre, sabrá Dios por qué, metió a Neruda en la bolsa.
f.
Evitando un arrebato de falsa ciudadanía y conteniendo mi emoción, abandoné la librería tan pronto como pude. Fue un robo exitoso. Sin nada de culpa, con exceso de júbilo. Es mi primer libro robado. Y me siento completamente orgullosa de ello. Por eso, quiero celebrar mi corrupto acto con mi texto preferido del libro. Corrijo: del libro robado. Que lo disfruten.
g.
La palabra
d.
...Todo lo que usted quiera, sí señor, pero son las palabras las que cantan, las que suben y bajan... Me prosterno ante ellas... Las amo, las adhiero, las persigo, las muerdo, las derrito... Amo tanto las palabras... Las inesperadas... Las que glotonamente se esperan, se acechan, hasta que pronto caen... Vocablos amados... Brillan como piedras de colores, saltan como platinados peces, son espuma, hilo, metal, rocío... Persigo algunas palabras... Son tan hermosas que las quiero poner todas en mi poema... Las agarro al vuelo, cuando van zumbando, y las atrapo, las limpio, las pelo, me preparo frente al plato, las siento cristalinas, vibrantes, ebúrneas, vegetales, aceitosas, como frtuas, como algas, como ágatas, como aceitunas... Y entonces las revuelvo, las agito, me las bebo, me las zampo, las trituro, las emperejilo, las liberto... Las dejo como estalactitas en mi poema, como pedacitos de madera bruñida, como carbón, como restos de naufragio, regalos de la ola... Todo está en la palabra... Una idea entera se cambia porque una palabra de trasladó de sitio, o porque otra se sentó como una reinita adentro de una frase que no la esperaba y que le obedeció... Tienen sombra, transparencia, peso, plumas, pelos, tienen de todo lo que se les fue agregando de tanto rodar por el río, de tanto transmigrar de patria, de tanto ser raíces... Son antiquísimas... Viven en el féretro escondido y en la flor apenas comenzada... Qué buen idioma el mío, qué buena lengua heredamos de los conquistadores torvos... Éstos andaban a zancadas por las tremendas cordilleras, por las Américas encrespadas, buscando patatas, butifarras, frijolitos, tabaco negro, oro, maíz, huevos fritos, con aquel apetito voraz que nunca más se ha visto en el mundo... Todo se lo tragaban, con religiones, pirámides, tribus, idolatrías iguales a las que ellos traían en sus grandes bolsas... Por donde pasaban quedaba arrasada la tierra... Pero a los bárbaros se les caían de las botas, de las barbas, de los yelmos, de las herraduras, como piedrecitas, las palabras luminosas que se quedaron aquí resplandecientes... el idioma.
Salimos perdiendo... Salimos ganando... Se llevaron el oro y nos dejaron el oro... Se llevaron todo y nos dejaron todo... Nos dejaron las palabras.
—Pablo Neruda.