martes, 5 de febrero de 2008

Sobras

Mira, la cosa es así tan sencilla como que hoy me he pasado el día en pijama, sin bañarme, comiendo sobras. Y la gente piensa “sí bueno, yo también como sobras de vez en cuando y ando en pijama”, pero es que no se trata sólo de comer arroz frío y un pedazo de pollo. Se trata de comer sobras, ¿entiendes lo que te digo? De vivir de sobras, de lo que otro ha dejado porque no lo quería, porque no podía más, porque estaba full. Y el hábito asusta porque uno piensa que es normal, que hay días como los domingos en los que todos comemos sobras, que la rutina, la estética, la computadora (sobre todo la computadora) nos obligan semanalmente a comer sobras. Y entonces, un día cualquiera (como todos los días) te sientas, en pijama por supuesto, a comer la pasta fría que el nene no quiso anteayer y te das cuenta de que llevas meses viviendo de lo que otro ha dejado. De los recuerdos de esa maldita salida al teatro, de la noche en que apenas pudimos pagar las cervezas, del primer beso escondidos en un carro, de los mensajes que van y vienen maquillando la soledad, de las cartas que no he podido borrar por si acaso, de la primera noche solos por fin, de nuestros conciertos gratis, de tus sobrenombres, del cine continuado, de lo que miserablemente escucho e intuyo, de mis servidumbres, de este maldito y perdido miedo de estar sin vos. Puras sobras. Lo que dejaste. Mis manos frías y mi mala alimentación.

3 comentarios:

eusucre dijo...

Vivir de sobras es llenar tus vacíos con lo q otro no quiere... así haga daño!

Unknown dijo...

Mira débora, te tengo que decir algo que nunca te he dicho: este escrito, que tiene historia, porque tiene mucho tiempo, es una de las cosas más lindas que he leído. Además me identifico mucho con él. Y como siempre dicho una dura hasta que dura, uno aguanta hasta que se viste sale de su casa y va a comerse una ensañada fresquita, un plato de pasta caliente. No importa si es sola o acompañada, el hecho es que es para ti esa comida, y que nos las merecemos, por ser tan buenas y tan de poca madre! no sabes deb cómo ha cambiado hasta mi forma de escribir por este post. te amo

Débora Ilovaca Leiro dijo...

:) :) :) :) :) :) :) :) hasta el infito de color azul amanecer.

¡Qué vivan las ensaladas frescas de lechuga crujiente cero calorías!

Te amo.