sábado, 11 de agosto de 2007

Frontera invisible

Aquí no hay frontera.
Hay muerte, mucha muerte.
Calor, lluvia profunda, calles rotas, prisioneros de vidas ajenas.
Pero el linde no existe. Tampoco la justicia.
Es la mismísima tierra de nadie, o más bien la tierra de la muerte: el llano del poder armado.
Con iguanas, sí. Y con chigüires, esos imensos roedores. Dicen por aquí que quien mata a un chigüire es muerto en pocas horas. No porque estén en extinción, no. Es muerto porque ellos lo matan, porque los malditos ratones gigantes son de ellos, de los que apuntan y escupen metal.
No se puede hablar por estas calles ni estas plazas. No se puede preguntar.
Todos son nadie. Nadie son ellos. Ellos son todos. Todos son cualquiera: el chino del mercado, la mujer de las camisas, el señor de las cotufas, el viejo de los helados.

La frontera no existe.
La he visto.
Y no existe.

Mientras tanto todo parece en calma.
En silencio.
La calma silenciosa de los que mueren sin justicia.

PD: el resto hay que contarlo en persona, no vaya a ser que ellos lean esto.

4 comentarios:

Amira Saim dijo...

JOLIEEEE! qué bueno saber q estás viva.. mira! saliste linda en las fotos de Todo en Domingo, no habías dicho nada jaja.. y no sabes el regalo que me has dado con el blog de Serrano... Oh Merci!

eusucre dijo...

Deb!
Menos mal q hasta ahora no te han lavado el cerebro (jeje.. esta joda luego te la explicaremos)!

Increíble la experiencia q estas viviendo! Sigue posteando cuando puedas para compartirla contigo!!

besos!
us.

Juan Miguel dijo...

No me asustes!

Laura Strazza... dijo...

Maricona, hay demasiados cuentos que escuchar de ti. Que increible tal cual...