miércoles, 4 de noviembre de 2009
Tengo muchas cosas que decirte. Y muchas cosas que escribir sobre ti. Todas serán cursis, por supuesto, pero qué coño. Por ahora sólo quiero decir que te amo y decirte que te amo. Es un poco tarde, como tantas cosas que llegan o suceden tarde en esta vida. Pero bueno. Dondequiera que estés: te amo. Gracias por recordarme quién soy, por hacerme volver y, sobre todo, por hacerme feliz. Antes y ahora, siempre. Con el olvido de por medio, ese que vacía la vida de tantas cosas. En fin. Yo no soy muy religiosa que digamos. Pero, nada más que por ti, ojalá que exista el cielo. This is it.
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3 comentarios:
Nadie, Nadie, nadie jamás tiene que recordarte quién eres. Nadie.
Te mando un abrazote.
José Roberto Coppola
Precioso, preciosa. Comienzo a entender ese ilógico amor. Te amo.
MUY BELLO
Y te comprendo, a mí también me recordó quien soy... una parte de mi historia se murió con él pero a la vez renació al hacerse presente de nuevo a mis ojos todo el amor que le guardaba
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