Estar triste es tener ojeras. De esas que nacen en la esquina interna de los ojos, bajan hasta el cachete y desaparecen mientras se acercan a las sienes. Unas ojeras como éstas, como grises. Y tristes, tan tristes como yo.
Es querer comer algo que no existe. O, al menos, algo que no venden en ningún quiosco y que no aparece en ningún menú de ningún restaurante de Caracas.
Es caminar lento, arrastrando los pies.
Despertarse tarde y llegar tarde a todos lados: trabajo, entrevistas, citas, películas, programas de televisión.
Es no querer hablar con nadie y desear una llamada que nunca llega. Un mensaje que nadie escribe.
Vestirse y desvestirse diez veces al salir de la ducha. No querer echarse cremas que huelen rico, ni perfumes. Ni siquiera ponerse zarcillos.
Es no pensar en cómo está quedando este texto.
Oír mil veces la misma canción.
Y una sensación profunda de vacío. De esa nada que llena el espacio. Sobre todo: no saber de dónde vienen ese vacío y esa nada.
Es no tener ganas.
Tratar de sonreír y no poder. Reírse de un buen chiste, pero no como siempre.
Una foto que hace llorar. Morir un poco cada día. Y encontrar sucio en las uñas.
No me gusta estar triste.
jueves, 19 de noviembre de 2009
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8 comentarios:
débora,
qué pena que te sientas así...
y no sé si te consuele esto que te voy a decir pero creo que, aún estando triste, has escrito un hermoso texto,
te mando un abrazo (de esos que prescriben para los melancólicos)
:)
Gracias, Víctor.
Te quiero. Un abrazo meláncolico tirando a feliz.
Besos.
Cada nota es tan cierta que se siente, al igual que siento no saber quien eres -ni que sepas quien soy- y poder darte un abrazo reconfortante que sirva a ambos. Hermoso, sigue escribiendo.
A nadie le gusta estar triste. Te entiendo, nena.
Estar triste es estar vivo.
Un besote.
José Roberto Coppola
Estar triste es la mejor forma de ponerte en contacto contigo misma. Si bien no se puede ni debe estar siempre triste, esta es una oportunidad para escucharnos a nosotros mismos. Aprovéchala. Andamos tan rápido, nos reímos tan duro, hablamos y nos hablan tan alto, que pocas veces tenemos el chance de escuchar nuestra verdadera voz.
Te quiero y te mando un abrazo.
Hermoso texto deb. La tristeza es parte de las emociones, lo que te hace sentir cada día más vivo. Te regalo una sonrisa y animos para que sigas escribiendo...
Querida Deb: Este texto es hermoso, triste, bellísimo. No dejes de escribir. La tristeza verbalizada, escrita y sobre todo, compartida, empieza a verse más lejana y a sentirse más soportable. Un abrazo grandote.
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