Ella lo sabía. Su vago presentimiento era un hecho, una herida. Abierta, profunda, metálica. De esas que dan frío. Que paralizan las muecas. Que endurecen los labios. Que te consumen. Era un día de lluvia, de mucha lluvia. O eso creía ella. Entonces lo encontró: lo vio tan sincero, tan como deben ser las cosas. Y se sintió enferma. La gotas que estaban por rozar el suelo para llenarla de dicha estallaron antes de tocar la superficie. Y se sintió pálida. Se le fue el aire de un tirón, se le secó la saliva. Afuera dejó de sonar la lluvia. Empezó a mojarse, gota a gota. Y se sintió perdida. Entonces lo supo. Trempano se hizo demasiado tarde.
viernes, 25 de enero de 2008
domingo, 13 de enero de 2008
Mensaje subliminal
Cada vez que hago click para leer los comentarios de mis entradas aparece un mensaje que dice: "La página que está abriendo tiene elementos tanto seguros como no seguros. ¿Desea abrir los elementos no seguros?". Al principio me parecía una molestia, pero ahora, cada vez que aparece, imagino que es mi conciencia retándome en una situación cotidiana: "Te puedes joder un poco si haces eso. Algo puede salir mal. No es 100% seguro. ¿Estás segura de que lo quieres hacer?". Y, por suepuesto, yo siempre digo que sí.
Nuestro pacto
A las charolastras, por todo.
D."La vida es como la espuma,
por eso hay que darse como el mar".
D.
—Y tú mamá también.
domingo, 6 de enero de 2008
De espalda frente al espejo
Siempre escribo en fuente Times New Roman tamaño 14.
No leo tanto como debería.
Pierdo el tiempo con facilidad.
Cuando me deprimo, me paso el día en pijama viendo televisión.
Odio los domingos.
Lloro caudalosamente por lo menos una vez al mes.
Me cuesta decir que no.
El mar es lo que más me gusta en el mundo.
Si no tomo café o té en las mañanas tengo migraña todo el día.
Soy mala mentirosa.
Le tengo terror a los accidentes de tránsito.
Me gustan los hombres que fuman, no sé por qué.
Tengo 10 kilos de más.
Colecciono tazas.
Quisiera ser egoísta: una descarada 100%.
No sé dar el pésame.
Escribo de puta madre.
Practicaba natación.
Era muy buena en natación.
Soy una pésima seductora.
Le caigo bien a casi todo el mundo.
Soy linda.
Tengo un cabello precioso.
Una boca chiquita.
Unos ojos chiquitos.
Unos senos chiquitos.
Una barriguita hermosa.
Unas pecas en el pecho que parecen chispas de chocolate.
Una nariz bonita.
Duermo mucho, demasiado, groseramente.
Como mucho, demasiado, groseramente.
Digo groserías.
Me fascina maldecir.
No creo en la fidelidad.
Quiero aprender a bailar tango.
Cuando tengo que escribir algo sueño que lo escribo.
Pienso todo el día cómo lo voy a escribir.
Soy obsesiva.
Mis flores favoritas son las margaritas.
Después los claveles.
De último las rosas.
Olvido rápidamente las cosas malas: tanto las que hago como las que me hacen.
Del resto no olvido nada.
Recuerdo mucho.
Me aprendo mis recuerdos de memoria y los practico todos los días. Sí, tal cual las tablas de multiplicar.
Aún no he decidido si creo en el amor.
Soy una maldita romántica.
Me decepcionan los errores ortográficos. Por culpa de ellos he perdido el interés en muchas personas.
Amo a mis amigas con locura.
Soy bipolar.
Tengo personalidades múltiples: Débora, Alieska, Bárbara.
Alieska es mi preferida.
Y Débora.
Y Bárbara.
No me caigo bien cuando estoy enamorada.
Voy a ser famosa.
Mis amigas también van a ser famosas.
Dejo las cosas para última hora.
Tiemblo.
Soy celosa.
Me como las uñas.
Me gusta el alcohol.
Me gustan las drogas.
Me gustan los hombres.
Me gusta la literatura.
Me gusta el cine.
Me gusta la fotografía.
Me gustan las postales.
Me gustan los gatos.
Cuando hago entrevistas mis apuntes parecen letras de canciones.
Los tacones me aprietan.
Así que uso sandalias.
Quiero que un día un fotógrafo se enamore locamente de mí y me tome muchas fotos.
No sé lo que quiero hacer con mi vida.
Me encanta no saberlo.
Ojalá que nunca nadie pueda olvidarse de mí.
No leo tanto como debería.
Pierdo el tiempo con facilidad.
Cuando me deprimo, me paso el día en pijama viendo televisión.
Odio los domingos.
Lloro caudalosamente por lo menos una vez al mes.
Me cuesta decir que no.
El mar es lo que más me gusta en el mundo.
Si no tomo café o té en las mañanas tengo migraña todo el día.
Soy mala mentirosa.
Le tengo terror a los accidentes de tránsito.
Me gustan los hombres que fuman, no sé por qué.
Tengo 10 kilos de más.
Colecciono tazas.
Quisiera ser egoísta: una descarada 100%.
No sé dar el pésame.
Escribo de puta madre.
Practicaba natación.
Era muy buena en natación.
Soy una pésima seductora.
Le caigo bien a casi todo el mundo.
Soy linda.
Tengo un cabello precioso.
Una boca chiquita.
Unos ojos chiquitos.
Unos senos chiquitos.
Una barriguita hermosa.
Unas pecas en el pecho que parecen chispas de chocolate.
Una nariz bonita.
Duermo mucho, demasiado, groseramente.
Como mucho, demasiado, groseramente.
Digo groserías.
Me fascina maldecir.
No creo en la fidelidad.
Quiero aprender a bailar tango.
Cuando tengo que escribir algo sueño que lo escribo.
Pienso todo el día cómo lo voy a escribir.
Soy obsesiva.
Mis flores favoritas son las margaritas.
Después los claveles.
De último las rosas.
Olvido rápidamente las cosas malas: tanto las que hago como las que me hacen.
Del resto no olvido nada.
Recuerdo mucho.
Me aprendo mis recuerdos de memoria y los practico todos los días. Sí, tal cual las tablas de multiplicar.
Aún no he decidido si creo en el amor.
Soy una maldita romántica.
Me decepcionan los errores ortográficos. Por culpa de ellos he perdido el interés en muchas personas.
Amo a mis amigas con locura.
Soy bipolar.
Tengo personalidades múltiples: Débora, Alieska, Bárbara.
Alieska es mi preferida.
Y Débora.
Y Bárbara.
No me caigo bien cuando estoy enamorada.
Voy a ser famosa.
Mis amigas también van a ser famosas.
Dejo las cosas para última hora.
Tiemblo.
Soy celosa.
Me como las uñas.
Me gusta el alcohol.
Me gustan las drogas.
Me gustan los hombres.
Me gusta la literatura.
Me gusta el cine.
Me gusta la fotografía.
Me gustan las postales.
Me gustan los gatos.
Cuando hago entrevistas mis apuntes parecen letras de canciones.
Los tacones me aprietan.
Así que uso sandalias.
Quiero que un día un fotógrafo se enamore locamente de mí y me tome muchas fotos.
No sé lo que quiero hacer con mi vida.
Me encanta no saberlo.
Ojalá que nunca nadie pueda olvidarse de mí.
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