Siguiendo la iniciativa de Eu, les presento mi lista de deseos para mi cumpleaños. Cualquiera de las cosas que están incluidas en ella son bienvenidas el día de la celebración o cualquier otro día. Y las que no están allí también. Así que no se preocupen. Aquí van:
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1. Que Freddy vaya a mi cumpleaños.
2. Un afiche de los Beatles.
3. La agenda de Mafalda 2008.
4. El disco Raro de Cuarteto de nos.
5. Una taza divertida.
6. Cualquier de los libros de diseño (Desing) que venden en Tecniciencias. Hay uno para cada década, sería feliz con cualquiera de ellos.
7. El libro de Historia de la Moda (dos tomas gigantes) que también venden en Tecniciencias.
8. Un solitario (ese zarcillo laaargo que sólo se pone en una oreja).
9. Una caja de Earl Tea de Lipton.
10. Una cámara fotográfica instantánea.
11. Eternal sunshine of the spotless mind.
12. Rayuela de Ediciones Cátedra.
13. Una bicicleta vieja: ruedas extra delgadas, manubrio alto y cestita.
14. Un ramo de margaritas blancas.
15. Un Doctor Zhivago.
16. Una falda.
17. Un vestido de flores.
18. Un año en Londres.
19. Otras sandalias rojas.
20. Que alguien me diga que tengo duende.
21. Un cuarto nuevo.
22. Una mac.
23. Un ipod.
24. Un suéter de botones.
25. Un juego de postales de diseño.
26. Canción de Navidad de Dickens pero en una edición que no sea de esas para niños.
27. Un paseo en una noria.
28. Un algodón de azúcar.
29. Un reloj de plástico barato, pero que funcione.
30. Que la Unión Europea abra el fucking master que quiero.
31. Unos zapatos de Hot Chocolate.
32. Una cartera artesanal.
33. Un buen libro.
34. Una cita.
35. Otra cita después de la primera cita.
36. Una entrada para el concierto de Drexler (que es el mismo día de mi cumpleaños, así que los que ya tienen su entrada jódanse).
37. Un velero.
38. Un pasaje a Buenos Aires.
39. Una excusa.
40. Un cuadro.
41. Alguien que se encargue de que Freddy no falte a mi cumpleaños, por favor.
jueves, 27 de septiembre de 2007
lunes, 24 de septiembre de 2007
jueves, 20 de septiembre de 2007
martes, 18 de septiembre de 2007
El sacapiojos enamorado
—¿Entonces?
—No lo sé.
—¿Cómo que no sabes?
—No lo sé.
—Ah, ok. Entonces yo tampoco.
—Ok.
—Pero, ¿qué vamos a hacer? No podemos seguir así eternamente.
—No, no podemos.
—¿Entonces?
—¿Entonces qué?
—¿Qué vamos a hacer? ¿Vamos a seguir juntos?
—No. Sí. No lo sé, no lo sé.
—Depinga.
—Sí, depinga.
—Bueno, se me ocurre algo.
—¿Qué?
—Es un juego que inventé hace poco.
—¿Vamos a decidir esto por azar?
—Claro, es más fácil. ¿No?
—Sí, es más fácil.
—¿O no quieres?
—Sí, dale, ¿cómo es el juego?
—A ver: cada uno de nosotros va a agarrar un papelito y va a escribir SÍ o NO. Si escribes SÍ, significa que sí quieres que sigamos juntos. Si escribes NO, pues que no.
—Ajá. ¿Y entonces?
—Entonces yo te doy mi papelito y tú me das el tuyo. Si las respuestas coinciden, si ambos respondemos que sí (SÍ-SÍ) o ambos respondemos que no (NO-NO), nos quedamos juntos. Si las respuestas son diferentes, si uno dice que SÍ y el otro dice que NO, pues se acabó.
—Ok. ¿Y por qué si los dos decimos que NO tenemos que seguir?
—Porque sí, porque al menos estamos de acuerdo en eso. Y por pendejos, quién nos manda no querer seguir estando juntos. Tampoco puede ser tan fácil, hay que joderse un poco, ¿no?
—¿De verdad quieres jugar ese juego?
—No lo sé. Me da miedo.
—Sí, a mí también me da miedo.
—No lo sé.
—¿Cómo que no sabes?
—No lo sé.
—Ah, ok. Entonces yo tampoco.
—Ok.
—Pero, ¿qué vamos a hacer? No podemos seguir así eternamente.
—No, no podemos.
—¿Entonces?
—¿Entonces qué?
—¿Qué vamos a hacer? ¿Vamos a seguir juntos?
—No. Sí. No lo sé, no lo sé.
—Depinga.
—Sí, depinga.
—Bueno, se me ocurre algo.
—¿Qué?
—Es un juego que inventé hace poco.
—¿Vamos a decidir esto por azar?
—Claro, es más fácil. ¿No?
—Sí, es más fácil.
—¿O no quieres?
—Sí, dale, ¿cómo es el juego?
—A ver: cada uno de nosotros va a agarrar un papelito y va a escribir SÍ o NO. Si escribes SÍ, significa que sí quieres que sigamos juntos. Si escribes NO, pues que no.
—Ajá. ¿Y entonces?
—Entonces yo te doy mi papelito y tú me das el tuyo. Si las respuestas coinciden, si ambos respondemos que sí (SÍ-SÍ) o ambos respondemos que no (NO-NO), nos quedamos juntos. Si las respuestas son diferentes, si uno dice que SÍ y el otro dice que NO, pues se acabó.
—Ok. ¿Y por qué si los dos decimos que NO tenemos que seguir?
—Porque sí, porque al menos estamos de acuerdo en eso. Y por pendejos, quién nos manda no querer seguir estando juntos. Tampoco puede ser tan fácil, hay que joderse un poco, ¿no?
—¿De verdad quieres jugar ese juego?
—No lo sé. Me da miedo.
—Sí, a mí también me da miedo.
lunes, 17 de septiembre de 2007
El mundo de Galeano (sí, otra vez)
Ya son varias las personas que me lo han dicho: "No has escrito nada en tu blog". Y no, la verdad es que no lo hecho. He tenido tiempo, pero se me consume en este horrible sueño (voy a tener que empezar a medicarme, no es broma) que no me deja vivir, ni escribir. Así que para animarme (y porque le prometí a dos personas esta tarde que escribiría hoy en la noche) voy a permitirme citar, una vez más, a Eduardo Galeano en El libro de los abrazos.
Resulta que yo no tengo el fulano libro. La primera y última vez que lo vi estaba en Guasdualito, tirado en la esquina de la cama de Jo, una amiga inglesa que conocí en la frontera. Lo tomé por curiosidad y leí varios cuentos durante la noche. Como me iba al día siguiente no tuve tiempo de fotocopiarlo, así que sólo alcancé a copiar a mano la defición de recordar y un cuento lindísimo que se titula El mundo. Y, cosa curiosa, ayer Aye, una maravillosa cronopio, comentó algo acerca de eso. Así que aquí va.
HOLA
El mundo
HOLA
Un hombre del pueblo de Neguá, en la costa de Colombia, pudo subir al alto cielo. A la vuelta, contó. Dijo que había contemplado, desde allá arriba, la vida humana. Y dijo que somos un mar de fueguitos.
—El mundo es eso —reveló. Un montón de gente, un mar de fueguitos.
Cada persona brilla con luz propia entre todas las demás. No hay dos fuegos iguales. Hay fuegos grandes y fuegos chicos y fuegos de todos los colores. Hay gente de fuego sereno, que ni se entera del viento, y gente de fuego loco, que llena el aire de chispas.
Algunos fuegos, fuegos bobos, no alumbran ni queman, pero otros arden la vida con tantas ganas que no se puede mirarlos sin parpadear, y quien se acerca, se enciende.
(FIN).
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