viernes, 15 de mayo de 2009

Casi un mes de crónica

I. Oscar lo dijo aquella noche en Plaza Altamira: “La vida es un trance”. Candy empinaba una birra y zarandeaba la cadera. No le estaba prestando mucha atención. Pobre hombre. Entonces concluyó: “Te mueres desangrado yendo de un hospital a otro”. Hablábamos de la vida en Caracas. Y de la muerte en Caracas. Tal como dice la canción: cuídate de la esquinas, no te distraigas cuando caminas. Recuerdo que no quise cerveza esa noche. Tampoco rumba. Sólo papas fritas y mi pijama. Y un libro de Cortázar que no compré, muy cara la feria. Me fui a dormir pensando en lo del trance.

II. Por favor, Dios mío, que se pare esta vaina. Que se pare de una puta vez. No quiero morir en un terremoto. Mierda, está durando demasiado. No puede ser que vaya a morir aplastada. Se va a parar, lo sé. Esta mierda se tiene que parar. Coño. Por fin. Se paró. Menos mal. Qué cagazón tan arrecha. QUÉ CAGAZÓN. Soy una maldita gallina clueca. Me quedé metida en las sábanas rezando en vez de correr a una columna o marco. Qué bolas. Mierda, tembló otra vez.

III. Camino de Otrobanda a Punda por el puente flotante Reina Emma, en Curazao. Qué fácil es huir del pasado en suelo extranjero. De las sombras y los fantasmas. No quiero irme de Venezuela, no. Sería más fácil, por supuesto. Mucho más. Irse siempre es más fácil que quedarse. Claro, eso que no quiere decir que irse es fácil. Sólo, como digo, que quedarse siempre es más duro. Despertarse sin los demás, con el mismo sueldo de mierda en el bolsillo y un país que no sirve. Quedarse es de valientes, de románticos, de masoquistas. Mentira, irse también. Como dice Drexler: “La distancia es un oasis, una forma de mentir”.

IV. Nunca deshago la maleta. Prefiero que la ropa se amuñuñe, se arrugue, se amontone. Que lo limpio se confunda con lo sucio. Que ayer se mezcle con mañana. Y mañana con hoy. Y hoy con ayer. Que cada día sea decidir entre recuerdos. Para que siempre haya chance de volver o de tirar la maleta. Esta maleta que llevo conmigo a todas partes. Sin deshacer.

V. A ver. Me encantas. Me partes. Cada vez que pasas por aquí, todo despeinado, me mareo. Quiero que me veas, claro. Pero me da tanta pena que me hundo en la silla, hago como si nada y sigo escribiendo. Pasa otra vez por aquí, anda. Pasa mil veces y todos los días por esta misma esquina. Dime guapa, qué bien escribes, lindísima eres, invítame un café, que lea tu nota, llévame a una obra, lo que sea, dime guapa. Es bien españoleto, pero me gusta. O lo que tú quieras, dímelo. Y pasa por aquí, por favor. Otra vez.

VI. Oye, la Real Academia Española está de acuerdo con Oscar. Fíjate: Trance. (Del fr. transe, de transir, y este del lat. transīre). 1. m. Momento crítico y decisivo por el que pasa alguien. 2. m. Último estado o tiempo de la vida, próximo a la muerte. Último trance. Trance postrero, mortal. 3. m. Estado en que un médium manifiesta fenómenos paranormales. 4. m. Estado en que el alma se siente en unión mística con Dios.

VII. Pensarte, entonces, es un trance. Como ese poema de Lope de Vega: “Ir y quedarse, y con quedar partirse,/ partir sin alma, y ir con alma ajena,/ oír la dulce voz de una sirena/ y no poder del árbol desasirse;/ arder como la vela y consumirse,/ haciendo torres sobre tierna arena;/ caer de un cielo, y ser demonio en pena,/ y de serlo jamás arrepentirse;/ hablar entre las mudas soledades,/ pedir prestada sobre fe paciencia,/ y lo que es temporal llamar eterno;/ creer sospechas y negar verdades,/ es lo que llaman en el mundo ausencia,/ fuego en el alma, y en la vida infierno”.

VIII. Escribir también.

IX. Y viajar 

X. Y todo (tú).

XI. Y esto que se llama vivir.

13 comentarios:

Pulgamamá dijo...

Y leerte también lo es. Coño no dejes de escribir. Y no, irse no siempre es más facil, y quedarse en el lugar a donde uno se fue sin volver corriendo a la patria es aún más difícil. Ahora lo sé.
Abrazos

Ariana Guevara Gómez dijo...

Te quedó muy bien el párrafo que me mostraste ayer. Y el conjunto quedó mucho mejor :)
Sigue escribiendo
Besos

La Macorina dijo...

Esta sí es LA pluma, querido Ilovaca. Qué lindo.

http://www.elpais.com/articulo/cultura/Julio/Cortazar/inesperado/elpepicul/20090503elpepicul_1/Tes

Mira esto, si no lo has visto, te va a ENCANTAR!

Lore dijo...

Grande, nena. No te conozco más que por referencias. Pero me encanta leerte. Y es un honor que estés en el discurso de Graduación...

Irse o quedarse. El dilema que está en la cabeza de muchos de nuestra generación de manos blancas. definitivamente esto no es más que "cada día decidir entre recuerdos".

Bienvenida a mi Asteriode, cuando quieras.

Rous dijo...

sin duda un trance

Anónimo dijo...

Te encontré!
Ja

Tu compañera del asiento de al lado...

Amira Saim dijo...

VOLVISTEEEEEEEEEE!!! En el festival de Cannes cada vez que proyectan una de las películas en competición, los actores y gentes que participaron en la peli entran al teatro por una alfombra roja larguísima, con sus mejores trajes, muchos flashes y la admiración de todos.... Así ha sido tu regreso Jolie!! A lo grande!!! Qué emoción!! El mejor regalo de cumpleaños!!

Te quiero!

Victor Marin Viloria dijo...

Hermoso, Débora.

Te iba a reclamar que por qué habías tardado tanto en escribir, pero después de leer esto qué coño te voy a reclamar? Escribes hermoso y me da arrechera que ninguna revista te publique un escrito tuyo grande a dos páginas y con una foto grande. Qué carajo... ellos se lo pierden. (Pero nosotros también...)

abrazo que valga por tres

Unknown dijo...

SIN COMENTARIOS! Qué plumita la de Alieska! Cuado Alieska escribe es alucinante ah? escribe más! es importante para todos nosotors! te amo

Nadia Goncalves dijo...

Te leí hasta el IV, no porque no sea interesante. Tu vida es una novela, eso sí el género te lo dejo a ti ¿de terror?, ¿romántico?, ¿culebrón enredado? No, no ya sé: Realismo mágico. Me imagino que el libro de Cortázar era Rayuela. Lo vi, yo también lo vi. Y lloré, lloré una y otra vez. No diré cuánto costaba pero era como para caerse para atrás como condorito. Que por cierto, había un stand de tiras cómicas y no vi ni un Condorito. Capaz de ciega no lo vi, pero me sentí triste por eso. Te quiero. BYE.

Adriana Romero Puche dijo...

Ay, querida, estas crónicas me entristecieron. No sé. Esta´n como cargadas de una manto raro, turbio. Estamos y no estamos, queremos y no queremos huir de los fantasmas que nos persiguen.
te quiero, mujer.

HERMINIA dijo...

Deb:

Cuando seas famosa y ganes premios por el mundo espero tener todos tus libros autografiados. ¡Que bomba me voy a dar diciendo: la conocí cuando era estudiante! ¡Iba a mi casa y hasta se quedaba a veces a ver pelìculas y dormir! A los ridículos que me dicen que "la juventud no tiene cerebro" los remito a ustedes mis chicas superpoderosas... Un beso.

Nardo dijo...

Irse escapando, si es un engaño. Lo dice Drexler -o tú- lo cierto es que Fito lo confirma...

"pero me escape hacia otra ciudad
y no sirvió de nada porque todo el tiempo estaba yo en un mismo lugar"

Excelente, crónica. Aunque no sé como llegué a este blog